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Aplicación y alcance de la Convención de las Naciones Unidas sobre Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías (CISG)
La Convención de las Naciones Unidas sobre Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías, conocida comúnmente como CISG (por sus siglas en inglés, Convention on Contracts for the International Sale of Goods), es un tratado internacional que regula los contratos de compraventa de bienes entre empresas de diferentes países. Esta convención ha sido adoptada por numerosos países en todo el mundo, lo que la convierte en una herramienta crucial para la regulación del comercio internacional.
Aplicación de la CISG
La CISG se aplica a los contratos de compraventa de mercaderías entre partes que tengan sus lugares de negocio en diferentes países que sean estados contratantes de la convención. La convención es aplicable a una amplia gama de transacciones comerciales internacionales, incluyendo la venta de bienes muebles, la transferencia de propiedad intelectual incorporada en bienes y la provisión de servicios conexos a la venta de bienes.
La CISG establece reglas uniformes para la formación de los contratos, la obligación de entrega de la mercancía, la determinación de los derechos y obligaciones del vendedor y el comprador, y los remedios en caso de incumplimiento del contrato. Estas reglas buscan proporcionar seguridad jurídica y previsibilidad en las transacciones internacionales, facilitando así el comercio global.
Alcance de la CISG
La CISG abarca una amplia gama de aspectos relacionados con los contratos de compraventa internacional, incluyendo la determinación de la ley aplicable, la interpretación de los términos del contrato, la obligación de entregar la mercadería, el momento en que se transfiere el riesgo al comprador, y los derechos y obligaciones del vendedor y el comprador en caso de incumplimiento del contrato.
Además, la CISG establece ciertas limitaciones y exclusiones, como la exclusión de la venta de bienes destinados al consumo personal, la venta de productos perecederos o la venta realizada en subasta pública. Asimismo, la convención establece que las partes pueden excluir su aplicación o hacer ressalvas en relación con ciertos aspectos de la misma, lo que le confiere flexibilidad a los negocios internacionales.
Conclusion
En resumen, la Convención de las Naciones Unidas sobre Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías es una herramienta indispensable para regular el comercio internacional. Su aplicación uniforme y la seguridad jurídica que proporciona son fundamentales para facilitar el intercambio de bienes entre empresas de diferentes países. La CISG abarca una amplia gama de aspectos relacionados con los contratos de compraventa internacional, lo que la convierte en un instrumento esencial para las transacciones comerciales transfronterizas.
Preguntas Frecuentes
¿En qué casos se aplica la CISG?
La CISG se aplica a los contratos de compraventa de mercaderías entre partes que tengan sus lugares de negocio en diferentes países que sean estados contratantes de la convención.
¿Qué aspectos abarca la CISG?
La CISG abarca aspectos relacionados con los contratos de compraventa internacional, como la formación del contrato, la entrega de la mercadería, los derechos y obligaciones de las partes, y los remedios en caso de incumplimiento del contrato.
¿Existen limitaciones en la aplicación de la CISG?
Sí, la CISG establece ciertas limitaciones y exclusiones, como la exclusión de la venta de bienes destinados al consumo personal, la venta de productos perecederos o la venta realizada en subasta pública.
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Etiquetas: Compraventa internacional, CISG, Mercaderías, Comercio global, Convención Naciones Unidas.